viernes, 17 de octubre de 2008

Mi amiga la Artista


Mi madre siempre me decía que los artistas son los peores, nunca sabes donde están realmente, un día son hijos de la luna, otros del sol y es preferible no hablarles cuando se encuentran hipnotizados por las sombras. De una raya hacen un ave y de un circulo un paisaje soñado. Imagínense si dicen que a las mujeres hay que quererlas, no entenderlas, entonces una mujer artista... ¿habrá que solo mirarla? , pues a ella yo la entiendo, aunque le pase un papel arrugado y con el me haga una mariposa, aunque cuando la quiero con los dos pies en la tierra tenga que buscarla en galaxias desconocidas y cuando no es necesaria la absoluta realidad, viajo hacia la luna y ella se comporta como la mejora anfitriona, nos sentamos a mirar las estrellas y hablamos de la vida que sabemos que no es nuestra. El amor se vuelve materia y nos aferramos a el con los brazos, lo tocamos y hacemos de nuestros sueños una absoluta realidad.
Cuando los gestos hablan por si solos y sabemos que las dos nos encontramos tristes, me toma de la mano y nos refugiamos bajo la tierra y solo al llegar comenzamos hablar, luego vienen las lagrimas, analizamos los problemas y a pesar de que no siempre le encontramos soluciones, el solo hecho de que nos entendamos, nos hace cerrar los ojos y transportarnos a un parque lleno de luz y es aquí en donde ella toma su guitarra y me regala una canción.

Artistas, Artistas... no hay que preocuparse si no te llaman en semanas, o si te ven y no te hablan, no es que no te quieran, tampoco que no te tengan presente, es solo que mientras el mundo corre de un lado para otro y nos volvemos dependientes de las horas, los minutos y los segundos, ellos se encuentran en un espacio sin tiempo, viajando por diferentes lugares para volver a nuestro mundo cargados de nuevas ideas y luego de tomar lo necesario, hacer algunas llamadas, dar algunos abrazos, vuelven a viajar para crear lo que tenían en mente.
Por sus mentes tan lejos de este mundo, siempre les pasan las cosas mas extrañas, tienen los accidentes menos esperados, pero la mayoría de las veces no hay porque preocuparse tanto, normalmente no son graves y al rato después suelen reírse de lo sucedido.

Ella... mi artista, una gran amiga, un hermoso mundo, incomprendida tantas veces, hermosa, alegre, soñadora, una fiel compañera en sueños, muchas veces me enorgullecí por sus obras, muchas veces llore por sus penas, muchas veces la alenté atreverse, muchas veces la apoyé en algún reto y muchas veces ambas lo seguiremos haciendo.

Mi amiga no conoce el tiempo, talvez por eso la entiendo, pero no solo por eso la amo.


¡Sacate esos audifonos y suelta el lapiz!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Ella...


Ella tomó su bolso, aunque en el solo queden papeles, se vistió con lo primero que vio y se recogió el pelo en un moño, extrañamente no se miró al espejo. Salió a Caminar distraída por las calles, quise gritarle que en ellas no había nadie, porque sé que es eso lo que buscaba. En sus manos lleva un polvo blanco, derramándolo en cada paso... va cargada de esperanza y resignada la va perdiendo.
Ha vuelto y sus manos están vacías. Ella está llorando y yo sin poder tocarla, ella está gritando y yo sin poder hablarle... Se ha caído y aunque sus gestos son ya casi invisibles, yo puedo sentir su dolor.
Ella va apagando las luces y en su reemplazo encendió una vela, para así alumbrar solo lo que ella quiere ver, va omitiendo espacios y olores para hacer pasar desapercibidos tantos recuerdos.
Desesperada se ha omitido hasta ella misma, pero aun así oigo los gritos, siento el dolor de su alma, aunque ella ya no exista.