jueves, 31 de diciembre de 2009

Así está bien



Los arboles hacen reunión con el viento analizando nuestros pasos por este camino repetido, pero con pasos distintos. Cuesta sonreír sabiendo hacia donde vamos y ellos lo saben. Caen los minutos enredados en recuerdos de sabanas de color y un sol que alumbró a dos, caen en enredos de pies por las noches.
No calles, por favor no te quedes en ese silencio que me hace perderme en recuerdos y hacer un flash back de cada memento, distráeme con comentarios vacios, pero que mantienen ocupada a mi mente ahogada en lamento.
La costumbre llama mi mano a la tuya y tú mano a la mía como buscando ese refugio tangible, pero mi mente al darse cuenta le ordena retirarse y seguir el andar de mis pies una a cada lado, mientras que ellas obedecen arrepentidas.
No quisiera detenerme, pero mi andar se hace mas lento, no quisiera llegar porque aún me queda una vida por recordar. ¿Cuántas veces vi él derrumbe de mi cuerpo y de mi alma? ¿Cuántas veces sufriste por ver mi dolor? ¿Cuántas veces te desesperaste por no saber que hacer? Recuerdo el abismo de tu balcón, recuerdo tu cara de desesperación, tus ojos colmados de contener las lagrimas, para que yo te viera firme y sereno. Se que nunca fuiste quién más me entendió, pero acudí siempre a ti inconsciente, sabía que ese amor que ponías a mi disposición era la forma de sanarme, de calmar mi locura y mi dolor. Entonces me levantabas de los escombros y me ponías en tu espalda hasta ver que mis pies dejaban de temblar, me bajabas y tomabas mi mano.
¿Cuántas noches me abriste tu puerta en la madrugada en busca de refugio? ¿Cuántas veces acariciaste mi pelo hasta verme dormida? ¿Cuántas veces aceptaste mi sueño incontrolable? ¿Cuántas veces se nos pasó el tiempo sin darnos cuenta en esas 4 paredes? Tu cama siempre fue mas mía que tuya y no bastará con mil lavados a tu almohada para sacar mi perfume de ella.
¿Cuántas veces te salve de malas decisiones? ¿Cuántas veces te cuidé de hasta el mínimo dolor que la vida podría causarte? ¿Cuántas veces dejé de lado mis cosas porque tú me necesitabas contigo? ¿Cuánto hicimos él uno por él otro?
Entonces me distraes con algún comentario y me doy cuenta que he recordado todo lo bueno, pero es porque aún no es momento de las heridas, de los errores y de lo que hizo agonizar de a poco lo construido. En verdad ya no hay momento para ello, ya no hay tiempo. Llegamos y ni tú ni yo somos los mismos, las preguntas surgen de tu boca y mis respuestas no son alentadoras, a pesar de que ya lo habíamos hablado, todo esto era absolutamente necesario y mientras que con dolor voy contando lo que a ti te llega como disparo en el alma, yo me pregunto ¿ Qué nos pasó? Los cimientos de barro por las muchas heridas ya no soportaron más, se derrumbó de a poco y ya todo está en el suelo.
Ya está, es el fin y debo regresar a lo que hace ya un tiempo es mío y ya no es tuyo, ni lo tuyo mío. Esta vez en nuestros ojos se ve que es distinta a todas las veces que opte finalizar la historia. Esta vez soy capas de reconocer que hace mucho es imposible seguir forzando sentimientos. Lo intenté, pero ya no quiero seguir intentando. De prisa, mis ojos necesitan estallar...
El viento se sorprende y susurra con los arboles que te acompañan en el duelo hasta tú casa.

En mis propias cuatro paredes, en mi propia almohada, en mi propia cama mi lamento se ahoga en un charco de lagrimas, no quiero consuelo porque así está bien.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Como Fusil en el Alma


Como fusil en el alma, así se ha vuelto la noche
el lamento de la humanidad florece
y el respiro de tu sueño no es más que el llanto de la suerte
que te queda por esperanza, si el miedo ya te alcanza
¿Qué nos queda si tu te rindes? uno menos y la luz se vuelve triste
uno menos y la fe ya no existe
La espada del pirata ya se hunde en tu entraña
y tú te haces el que no entiende nada

Como fusil en alma, así se desvanecen tus promesas
el sueño de la humanidad se entierra con tú muerte
cruel cobarde, ni a ti pudiste salvarte
mientras que con la espada en la entraña aun gritas ¡libertad para el resto!
La humanidad huye de ti y de tus promesas con un frustrado lamento
El prójimo se derrumba a tus pies, mientras tú agonizas.

Como fusil en el alma, dejaste morir tu entorno
Como fusil en el alma, olvidaste lo que estuvo mas cerca
Como fusil en el alma, te olvidaste de lo tuyo
Como fusil en el alma, moriste antes de calmar el lamento
Como fusil en el alma, te olvidaste de que antes debías tú salvarte.

¿Qué nos queda si tú te rindes?

domingo, 13 de diciembre de 2009

Carta a mi conciencia


Quiero contarte que me he vuelto lo peor, despreciable, maldita y sin perdón de nadie.
Quisiera contarte que lo que estoy haciendo no se debe hacer y no por reglas morales obvias, ni por la ética de nadie, esto está mal por amor, es por eso que no debería hacerlo. Lo peor es que por eso mismo está bien, por amor, por un sueño, por una nube, por la luna y por ese cielo que nos cubre. ¿Me estarás comprendiendo? Yo creo que sí, tú más que nadie me conoce a la perfección. Voy de extremo a extremo, de polo a polo, de mano en mano, de mirada en mirada.
Jamás quise llegar en esta situación a este lugar, pero cuanto quise estar acá. Te confieso, soy lo peor, soy violenta y tierna, soy maldita y bendita, cuanto gozo siento por mi cuerpo en primavera y mi corazón de fiesta, como noche de año nuevo. Tú sabes que mi lucha fue constante, limpia y llena de amor y ahora tengo todo en mi pecho, mientras que me digo que soy despreciable y aun así me siento feliz. Te confieso soy una vil egoísta y cuanto me gusta, entonces se que tu me dirás, ¿Por qué te cuestionas si todo esto se irá? Es por eso que te digo, conozco cada parte de estas instancias, pero esta no se asemeja con ninguna, por eso es que al parecer lo he logrado y he llegado donde siempre soñé volver a estar. ¿O es qué acaso se volvió tan sueño, qué a hora en la realidad no lo se enfrentar? Es cierto, mi imaginación se olvidó de lo real y comenzó a volar por cielos indescriptibles y cansada de esperar tomó alas que mi cuerpo desconoce.
Querida conciencia, está mal por amor y está bien por amor. Está mal por distintos amores, separados en realidad y sueño, pero que al final el del sueño siempre ha sido él mas real, que jamás se rinde, que jamás se critica y que lo perdona todo.
Solo nos queda vivir y enfrentar, hasta poder decir esto así debía ser con una renuncia o un compromiso, con la utopía o la realidad... tan solo no me abandones, mas a hora que te siento tan lejos, solo de ti acepto juicios a mis hechos, a mis emociones, solo de ti quiero reproches.

Conciencia ayúdame a estar consiente...

atte. Tu complemento más animal y primitivo.