Jamás se trató de ti, ni de el, ni de ella, tampoco de ellas
Jamás se trató de tus sueños, de tus actos, ni de los de aquellos
Jamás se trató de un abrazo, de un beso, de unas cuantas palabras
Se trataba de mi, de mis sueños, de mis palabras que jamás faltaban
Traté de exigir vida, por no sentirla, por no tenerla y antes creerla tan mía
Traté de exigirle a mi cuerpo, lo que no podía, porque no quería
Traté de exigirle a mi alma que se fuera un tiempo y así yo no sentía
Y entendí que debo dejar que la vida, aunque no sea mía haga que mi alma le exija a mi cuerpo
Busqué excusas que no existían , por justificar , lo que siempre fue injustificable
Busqué excusas para entender los hechos por saber porque lo habías hecho
Busqué excusas por no aceptar el miedo a la verdad que siempre estuvo en mi
Pero al fin entendí que las excusas solo sirvieron para aplazar lo que siempre debí aceptar
Hoy intento que aquello que siempre se trató de mi jamás se trate de ti
Hoy intento que mis exigencias a la vida sean fines que le den sentido a mi existencia
Hoy intento que las excusas sean solo un recurso de la verdad y no de la mentira
Y desde hoy jamás volveré a intentar buscar el porque del ayer
Hoy sé que solo fue para que este hoy sea.
